Antes de que el mundo fuera mundo el espíritu que cuida el universo decidió darle vida a la vida, pero en esos oficios  de tan necesaria  concentración, se llevaría el tiempo  que todavía no se había inventado y para  ocuparse sabiamente en lo que tenía que ocuparse y para no descuidar los asuntos que todavía no tenía que cuidar, decidió armarse una banda de acompañantes ejemplares cuya misión sería la de  estar a su servicio por la breve eternidad. Así pues hizo los ángeles, y les puso alas de  águila  calva y les dio cabello rubio  y   a cada uno le encargo algo especial, solo que no les permitía que  charlaran entre ellos, porque tenían que estar atentos a todo lo que iba a suceder en algún momento, apenas el grandísimo maestro del cosmos se pusiera en contacto con su  yo interno para despertar en si toda la creatividad que todavía no existía.

 mientras el creador hacia planes para el universo, los ángeles revoloteaban gastando el tiempo que fue lo primero que se invento Dios para medir que tan rápido podía construir  lo que iba a construir, y en eso que un angelito se ha quedado mirando a una angelita  bonita y prendado de su hermosura  decide romper las reglas y hablar con ella de lo que fuera, acercándose sin temores  ni vergüenzas ni prejuicios porque eso no se había inventado aun, la angelita lo recibió entusiasmada y decidieron inventarse la forma de  quebrantar esa absurda ley de NO  poder hablarse, y se

pasaban el día engolosinados  mirando como los demás revoloteaban, en medio del manto negro de la nada.

Pero cuando Dios se entero de lo que había sucedido gracias a un angelito metido y sinvergüenza que se invento el chisme, decidió que debía castigarlos , porque el amor no se lo podían inventar los ángeles porque ellos no estaban para inventarse esas cosas que le habían sido  reservadas a los humanos y de ese modo a él lo mando a un extremo del universo a que se volviera gordo  y despelucado para que aprendiera y el pobre angelito hervía de la rabia que le daba el castigo pero no pudo hacer nada porque no se iba a levantar contra su creador, así que se  sometió al amargo destino de calentar y alumbrar . 

 A la angelita  enamorada Dios la mando para el otro lado, para que  se congelara del frio que  produce la soledad  y justo en medio decidió hacer un planeta, para que los dos no pudieran verse por más vueltas que dieran.

Pero los astutos y jóvenes amantes se las ingeniaron para poderse encontrar de cuando en cuando y desde ese día hasta hoy cada vez que ellos se abrazan, en la tierra los humanos desprevenidos creemos que hay  un eclipse.

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