A veces el mundo me llega desde lejos como si no fuera yo, como si nada fuera lo que creo, en esos días despierto sin memoria y escucho cada palabra que pronuncia el viento. Abro los ojos sin muchas ganas , dispuesto a que el resplandor del día me sorprenda y con la automatización habitual de nuestro tiempo me lanzo al baño para lavarme la cara y darle inicio al día, pero en el espejo la figura que aparece no corresponde con la que estaba esperando , he podido darme cuenta de que yo no soy yo, busco debajo del brillo de mis ojos algo que me sirva para encontrarme , pero en algún lugar del espejo desaparecí y ya no soy más. Quiero reconocer el espacio donde habito pero mi cuarto no es mi cuarto y mi casa no es mi casa, salgo desesperado a buscar a mis amigos y al atravesar la puerta me encuentro con que el barrio no es el mismo y con que mis amigos, no son ellos. Busco a mi novia y beso sus labios pero el beso que responde me dice que ella no es la mujer que amo, mis pasos vagan por la ciudad dormida donde los sueños de los hombres son aire y son polvo. Regreso a mi casa que no es mi casa y antes de dormir digo una plegaria, ya no sé si me entrego al sueño o si es ahora cuando voy a despertar.
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